Su familia, el gobierno argentino y organismos internacionales denuncian que sigue preso sin cargos ni acceso a un abogado
Por Juan Manuel Godoy
El gendarme argentino Nahuel Gallo lleva más de 100 días detenido en Venezuela sin que se hayan presentado cargos formales en su contra. Desde el 8 de diciembre de 2024, su paradero exacto sigue sin confirmarse y las autoridades venezolanas no han ofrecido pruebas que respalden las acusaciones en su contra.
Su familia y el gobierno argentino exigen respuestas, pero la situación no ha avanzado. Gallo fue arrestado en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en la frontera entre Colombia y Venezuela, cuando intentaba ingresar al país para reunirse con su esposa y su hijo de dos años. Su caso ha generado preocupación por la falta de garantías procesales y el acceso restringido a la información sobre su situación legal.
Hasta el momento, las autoridades venezolanas han alegado su participación en un supuesto intento de magnicidio contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez, pero no han presentado pruebas que respalden la acusación. Su familia denuncia que se trata de una desaparición forzada y reclama intervención internacional para lograr su liberación.
La detención y la versión del gobierno venezolano
Según información de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Gallo realizó los trámites migratorios regulares antes de ser apartado por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) para una «entrevista». Su última comunicación fue una llamada a su esposa desde el teléfono de un taxista en la que le informó que lo llevaban a una segunda entrevista. Desde entonces, no se sabe con certeza dónde está detenido.
El presidente Nicolás Maduro y el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, confirmaron su detención y afirmaron que estaba vinculado a «planes subversivos». Saab declaró el 31 de diciembre que «las extracciones telefónicas realizadas al gendarme argentino han revelado su participación en acciones conspirativas contra la paz republicana». Sin embargo, hasta el momento, el gobierno venezolano no ha divulgado documentos judiciales ni pruebas que respalden esta afirmación.
La búsqueda de su familia y la falta de respuestas
Desde su detención, su esposa, María Alexandra Gómez, ha intentado obtener información en tribunales, cárceles y oficinas gubernamentales. Según relató a Infobae, la respuesta de las autoridades siempre es la misma: «Aquí no está Nahuel Gallo. No sabemos nada».
En su desesperada búsqueda, visitó la cárcel El Rodeo 1, ubicada en las afueras de Caracas, donde fue recibida por hombres encapuchados y armados. Mostró fotos y videos para demostrar que su esposo estaba allí, pero tras media hora de espera, la respuesta fue negativa. Tampoco obtuvo información en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), donde suelen estar detenidos los acusados en causas políticas.
El 2 de enero, el gobierno venezolano publicó un video de Gallo en lo que parece ser un centro de detención. No se especificó la ubicación ni se brindó mayor información sobre su estado. Su familia considera que la difusión del video no responde a las principales interrogantes del caso.
La postura del gobierno argentino y la reacción internacional
El caso generó rechazo político y diplomático en Argentina. El Ministerio de Seguridad y la Cancillería argentina calificaron la detención como «arbitraria e injustificada». Además, el 12 de febrero, la Cámara de Diputados sancionó un proyecto de declaración repudiando el arresto y exigiendo su liberación.
A pesar de estas acciones, el interés en el caso parece haber disminuido. Según su esposa, el contacto con la Cancillería argentina es frecuente, pero sin avances concretos: «Ellos me dicen que están trabajando, pero nada más», declaró a Infobae.
Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por la situación de Gallo. La CIDH y otros organismos han advertido que su caso podría constituir una violación a los derechos humanos por la falta de información sobre su paradero y la ausencia de garantías judiciales.
A 100 días de su detención, el gobierno venezolano no ha presentado formalmente cargos contra Gallo ni ha permitido que tenga acceso a un abogado defensor o asistencia consular. Su esposa considera que la disputa política entre Argentina y Venezuela no debe interferir en su situación: «Nahuel es inocente y lleva más de 100 días en desaparición forzada. Que se sienten a dialogar y resuelvan esto», declaró.
Mientras tanto, la pregunta sigue sin respuesta: ¿Dónde está Nahuel Gallo y cuáles son las pruebas en su contra?
